Son las diez de la noche, Lima está extrañamente ligera para ser viernes. Los semáforos se han puesto de acuerdo y todos me han recibido con una verde sonrisa. Ya llegaré algunos minutos tarde (en mi tiempo personal) al concierto, y solo espero que nadie haya expropiado mi espacio.

Son las diez y diez y, efectivamente, expropiaron mi lugar (maldita sea). Solo me queda invadir sutilmente esos centímetros que me robaron. La Noche se está llenando más rápido que de costumbre. Empiezo a ver rostros conocidos. La Órbita ya está presente y la noche se va calentando.

Durante mi espera, no sé si regresé a la primera década del 2000. Giacomo Sangalli, Sergio Urday, Carlos Cubas, Andrés Bretel: Carajo, a qué hora llega el triciclo!!! La banda original en pleno, en el llano con el público, mimetizados y compartiendo la emoción de la espera.

Entra al escenario Nicolas Duarte con su armoniosa propuesta. Lejos están el chongo mental de La Mente y el filo brutal de Cuchillazo. Nico mostró en el escenario algunas canciones de su EP “Seis Canciones para el Fin del Mundo”, un proyecto que tiene todos los requisitos para dejar de ser solo un proyecto y convertirse en algo más. Ya había escuchado un par de canciones anteriormente, pero no les presté la atención debida hasta que supe que se presentaría con GAIA. Realmente es un EP que vale la pena escuchar. Ante la falta de tantos cantautores originales, Nicolas Duarte podría ser el mayor representante en la escena. Muchos le siguen reventando cohetes a Pedro Suárez Vertiz, cuyas “profundas canciones” no le llegan ni a una frase de las letras de Duarte.

Termina Nico y a los pocos minutos La Noche se viene abajo. Un veloz ingreso al escenario, la gente no terminaba de acomodarse y GAIA empieza con “Adicción Distancia”. Este concierto era muy particular pues fue “By Request”, cada canción tocada el día de ayer fue elegida por el público, por lo que la emoción y las gargantas destrozadas estaban garantizadas.

Un concierto con harto feeling. Un paseo musical por toda la trayectoria de la banda que no podía dejar pasar la oportunidad de compartir escenario con uno de los miembros originales. El gran Jaqo está frente a nosotros y es la primera vez que lo escucharé en vivo junto a la banda. Un pequeño reto con La Roja prepara el camino, para luego regalarnos “10%” y “Dínamo” en una versión brutal. Logro desbloqueado.

Va avanzando el concierto y para Mike es inevitable mencionar a los protagonistas de estos casi 18 años. Demasiado feeling ver a nuestro querido “Paquete”, Gianmarco Costa (hoy Superconductor); Diego Ferreyra (Ex Camaro, Genoma y hoy Superconductor) a quien conocí justo en la época en que empecé a seguir a GAIA en vivo; Christian Braun, quien fue el encargado de mostrar a GAIA cuando las redes estaban en su apogeo, y los hermanos Alcántara (Stephano y Ahmed) quienes han estado presentes en los inicios de la banda.

Un concierto emotivo. El último del año y el último para mí, hasta que todo vuelva a su curso normal. Una promesa hecha que espero se cumpla en algún momento (ya sabes Mike) y un retorno inesperado, que me lleva al siguiente párrafo.

Quise dejar para el final, lo más especial de la noche. Alguien me dijo: “He venido al concierto porque te leí. Un día, mientras escuchaba a GAIA, me puse a navegar en internet y encontré un blog en donde hablaban de un concierto de la banda con tanta emoción que me sentí ahí y quise experimentar eso que estaba escrito. Al final descubrí que tú eras el autor”.

Luego del concierto le pregunté si su experiencia fue tal como lo leyó. Su rostro de emoción fue la mejor respuesta. Saber que afecté a una persona con lo que escribí hace muchos años, me hizo sentir realizado. Me agradeció por mostrarle a la banda. Sin embargo, yo soy quien tiene que agradecerle por recordarme cuánto amaba escribir.

Una pequeña luz finalizando un año oscuro y lleno de grises

Todos vuelven. Vuelven para recordarnos que siguen ahí y que están orgullosos de formar parte de una historia. Todos vuelven. Yo, vuelvo a escribir.

Hartas vibras y harto R’n’F’R’!!!