Hace unos meses estaba en la desesperada búsqueda de algún lugar que pueda ordenar mi caos facial -y hablo de lo humanamente reparable, ya que mi cacharro es tema aparte-,  de algún lugar que pudiera cumplir con mis exigencias narcisistas y cuasimetrosexuales. Luego de intentos fallidos en barberías wachiturrientas, de reguetton estridente y graffiti visualmente invasivo, finalmente lo encontré. 
NAVAJAS AFILADAS

En un rincón escondido de una calle que divide el Miraflores verde del Miraflores con olor a aceite de carro, destaca un pole barber que, con sus ondas tricolor, te invita a ingresar al mundo de Cupper's 65. Sus paredes cargadas del espíritu de los barberos old school, llenas de ruedas, motores y mucho rock & roll, son el marco perfecto de lo que estaba buscando: profesionales, buenos productos, instrumentos de primera; pero sobretodo, actitud y mucha buena vibra. 

Mi primera experiencia fue muy buena, considerando que ya le había cogido cariño a mi barba tanto o más que a mi pelo -quienes me conocen saben de qué estoy hablando-, por lo que sería muy exigente con todo lo que hicieran. Diez puntos. 

La segunda vez, quise probar otras tijeras y ver qué ondas con el flaquito que parecía ser el dueño. Cruzar unas cuantas palabras con él fue suficiente para convencerme de que había llegado al lugar ideal. Con la misma amabilidad con la que trata tu barba, te ofrece una chela, un energizante; o simplemente, inicia la conversación mientras que, de fondo, tienes a las leyendas del rock acompañando la tertulia. 

Regresar nuevamente, ya no fue una necesidad, sino más bien el querer estar en un lugar lleno de buena vibra, casi familiar; un lugar lleno de barbas, navajas y rock & roll. Donde se mezclan los chicos rudos, las novias pacientes vigilando y cuidando a sus barbudos, los papás con estilo, las mamás emocionadas viendo a sus pequeños caballeros ser tratados como grandes sires, o las personas mayores que encuentran, al fin, un lugar "para hombres". 

Cuando descubres que estás en manos de gente que ama lo que hace, tu visita es mucho más agradable. Particularmente, la química que he encontrado en esta barbería ha destronado a mi peluquería de años y a mis peluqueros más queridos. Y es justamente esa química la que acerca al público quien deja de ser uno más; por ahí pasan los Carlos, los Luis, los Gerardos, todos tienen nombre propio, todo el #666Team, como se hacen llamar los barberos de Cupper's 65, conocen a cada uno de sus visitantes quienes, finalmente, terminan convirtiéndose en miembros de la familia. 

Luego de casi 3 meses de inaugurada, es casi imposible encontrar la barbería vacía. Si no quieres esperar mucho, las mejores horas son entre las 3:00 pm y 4:00 pm de martes a viernes. Los sábados, levántate temprano si tienes planes. Sin embargo, te puedo asegurar que la espera pasa volando con la música y las chelas artesanales. 

Finalmente encontré el lugar, un espacio para las cosas que me apasionan: rock y buen estilo. Finalmente, un ambiente con actitud, original y que se siente honesto, real. 

Un fuerte apretón de manos y un casi abrazo cierran nuestra visita. Una visita que, definitivamente, se repetirá. 

Hartas vibras y harto R'n'F'R' para el #666Team!!!