El volumen de la radio en el auto, en los decibeles justos y necesarios, hacen que más de algún conductor que pase por mi lado, me mire con odio y no tenga más remedio que subir su ventana: Estoy escuchando a Ni Voz Ni Voto en el preludio de lo que será mi primera vez frente a ellos. 

Llego a un edificio tan antiguo como el ascensor que me lleva a un sexto piso que parecía eterno. Pasadizos con olor a madera vieja y ruidos dispersos en un laberinto de muros gastados por las juergas infinitas; cómplices silentes que me dan la bienvenida. Son las 9:35 pm y las ansias por ver a la banda me impiden entender que es demasiado temprano.

Después de esperar casi dos horas, el solitario lugar al que había llegado se va convirtiendo en una fiesta. Los NiVozNiVoteros van formando su grupo rencontrándose con amigos que unidos por una misma pasión, se abrazan fraternalmente. Yo, parado en una esquina, me emperno con la sólida convicción de que nadie me arrebatará esa pequeña trinchera.

fuerza aeria

El concierto inicia con una banda conocida por este humilde servidor. Los chicos de AERIA, una banda de muchachos talentosos que no dejan de sorprender en cada presentación, prepararon un setlist acorde a la ocasión. Sus canciones más potentes retumbaron el local convenciendo al final a un reacio público acostumbrado a riffs contundentes, de esos que entran directo al cerebro haciéndolo estallar. La voz de Francisco Zubiaurr dejó demostrado en el escenario, que la fuerza no solo está en los instrumentos. 

AERIA

el graduado

Finalmente llega el momento. Bien agarrado de la "potente" valla que nos separa del escenario, espero que ingrese la banda. Miro hacia atrás y es como si el local se hubiera inclinado hacia el escenario. NiVozNiVoteros antiguos y nuevos en una conjunción, ávidos de la potencia devastadora de la banda, empiezan a gritar y aplaudir ante la presencia del cuarteto protagonista de una noche que quedará impregnada en mi retina y marcada en mi piel, literalmente.

No nos habíamos acomodado cuando de pronto suena "No Antisocial" y el sueño postergado por muchos años, se vuelve realidad. Era inevitable recordar mi primer encuentro con esta banda desconocida para mí, allá por el 2002 en mi etapa de cachimbo. Un amigo que todos los días murmuraba seis palabras que muchas veces nos resultaban graciosas, enterrado en los audífonos de un Discman que yo aún no tenía y que muy pronto esperaba cambiar por mi walkman: NO QUIERO SER ANTISOCIAL! NO! NO! 

Bastó escuchar esa frase para iniciar el largo, ingrato y ausente romance con esta banda que por muchos años sostuve "debajo de la mesa". 

Luego, sin dar tiempo a respirar, llega "Abre los Ojos" y el clásico 8... 7... 6... 5... 4... 3... 2... 1... es el delirio de un público que, sin mucho esfuerzo,  puso en aprietos a los miembros de seguridad que trataron de controlar la energía del respetable, infructuosamente. 

En la tercera canción ya había perdido noción del espacio. Entiendo que la fuerza contagiante de la música se pueda mimetizar con uno. Entiendo que los golpes contundentes de una batería poseída puedan crear un mosh pit brutal. Sin embargo, y llámenme viejo, tumbalafiesta, atorrante, o como quieran; todos tenemos formas diversas de vacilarnos. Yo, puedo estar en el clímax del concierto solo escuchando a la banda, destrozando mi garganta y algunas neuronas con tímidos headbangings que acompañen la canción. A niveles más extremos, saltar como idiota en mi sitio. Tengo claro el límite que hay entre mi espacio y el de los demás. Es una opinión personal. Respeto a quienes se vacilan golpeando, sacudiendo, empujando y pisoteando, pero cuando ya incomodas a los demás... #digonomás. Cierro paréntesis.

Claudia y Walter como buenos frontman agradecen nuestra presencia, se vacilan entre ellos y con la comuna nivoznivotera. Nos regalan "Rockstar Rebelión", "Más Mentiras para el Alma", "Rutina" y "Paredes" para luego darnos un respiro con una hermosa canción. 

Ver los ojos de Claudia mientras canta "Julieta" es demasiado. Su voz solo transmite devoción en cada estrofa. Los riffs solo la acompañan y ella se adueña de la canción. El real feeling de esa canción solo lo puede entender otro padre. Simplemente hermoso.    

Es momento de presentar uno de los temas que NVNV tiene en el horno. El explosivo bajo de Kenneth Quiroz es el inicio de "Locura" y el NUNCA MÁS! de Cobos son el complemento de una de las mejores canciones del próximo álbum.

"Soñadores" hace su aparición y una dedicatoria tácita se siente en el escenario. La autora intelectual de la comunidad NiVozNiVotera y la más ferviente seguidora de la banda, Claudia Ballón, sabe que la canción es de ella. 

El setlist está llegando a su fin. "Soberbia", "Sin Sentido" y "Desidia" inician el epílogo de una batalla épica. Los potentes golpes de Pepe Pinedo, la presencia escénica y la brutal actitud de Kenneth Quiroz, el afilado riff y desenfado de Walter Cobos, junto con la mágica voz de Claudia Maurtua hicieron que Stereo 6 cayera a sus pies. 

El final llega con "Limbo" y todo se va a la mierda. Mi nuca que había soportado estoicamente los latigazos de un salvaje pelucón, hace un último esfuerzo. Stereo 6 estuvo a punto de colapsar por la brutal energía de los nivoznivoteros y no existe mejor manera de cerrar este concierto.

Con las aguas calmas y en el recuento de los daños, un polo impregnado con todo y de todos, me dice que su destino no será el tacho de ropa sucia. Pero todo valió la pena. Estar frente a uno de las bandas más importantes de la escena local fue un orgullo, así como un honor compartir emociones con una devota comunidad.

Gracias NVNV!!! Gracias por "No Antisocial", "Más Mentiras...", "Julieta", "Locura", "Sin Sentido" y "Limbo". Gracias por permitirnos contar con una banda de una calidad y actitud impresionantes.

El 3 de mayo se viene Rock del Necio en Surquillo. Muy buenas bandas formarán parte del evento y Ni Voz Ni Voto no podría dejar de estar ahí, como tampoco nosotros.

Vibras y harto R'n'F'R'!!!